Ahora
Ya han pasado tres meses, desde aquel 29 de octubre cuando cruce por el arco de entrada del estudio de Cuestión de Peso, meses en los que mi vida ha dado vuelcos importantes, tanto que aún me cuesta racionalizarlos, si hablo con el corazón, ni yo misma creía que lo podía lograr, es más, me daba máximo 2 o 3 semanas dentro del programa, han sido tantas veces en las que había decidido hacer algo por mi peso, pero a las pocas semanas me desanimaba y volvía a mis pésimos hábitos, nunca hice el click real para cambiar el swicht…. Pero como sin lugar a dudas creo que la casualidad no existe, tendrían que pasar hechos relevantes en mi vida, para que yo decidiera cambiar el rumbo.
Debo reconocer que cuando se acercaba fin de año y nos comunicaron que nos íbamos de vacaciones, que estaríamos solos casi por 2 meses, sin la supervisión de nuestras comidas, sin tener que pesarnos cada Lunes y Jueves y Viernes, el miedo se apoderó de mí, tenía que poner en práctica todo lo que nos habían enseñado, siempre he dicho que una de las cosas más importantes de este tratamiento es la contención de grupo, ya no estaría casi 12 horas diarias con mis compañeros, estaría sola en mi casa, enfrentada a todas las tentaciones, es más creo que me lo plantee como un ensayo de lo que será el resto de mi vida, por que sé que si no quiero volver ha poner en riesgo mi vida con la Obesidad Mórbida (palabra que de verdad aún me causa estupor) debo cuidarme y jamás abandonar la actividad física, pero el riesgo era grande, mejor dicho es grande, las tentaciones miles, la voluntad se pone a prueba al límite, es verano y las comidas ricas andan por doquier, pasteles de choclo, humitas, asaditos con los amigos, helados a cada esquina que uno camina, pero no sólo son tentaciones alimenticias, esta la modorra de hacer ejercicios, de levantarse temprano para cumplir con los horarios, ahhhhhh y las vacaciones fuera de santiago… y ya han pasado semanas desde que salimos del programa y me siento orgullosa de mi actuar, no solamente he mantenido el peso, si no que he bajado ¿¿cuanto??? Es una sorpresita que dejaré para cuando volvamos el 3 de marzo, me he tratado de mantener firme con los horarios con lo que como, no niego que igual e hecho mis desarreglos, pero creo que esos desarreglos me han permitido valorar más todo lo que he aprendido, por que he sido capaz de probar y no tragar todo lo que se me ponga en frente, que en mis vacaciones en el sur también puse a prueba mi estado físico y hasta me tiré en Cannopy, cosa que de verdad nunca podría haber hecho con la obesidad que tenía. Más que nunca sé que a través del programa me estoy sanando, pero no todo ha sido color de rosas, he vivido fuertes conflictos a nivel emocional, estoy pasando por un período en el que me siento en pelotas, ya no hay máscaras ni escudos, con los que protegerme, y de verdad me ha costado asumir por primera vez en mi vida que soy gorda, y es cierto parece contradictorio que justamente cuando estoy bajando de peso me de cuenta de mi situación, pero hoy soy capaz de asumir que caminé muchos años por la vida con un cuerpo de gorda y una mente de flaca, y uno de mis grandes secretos, mi peso, fue develado ante miles de personas, me di cuenta de cosas tan sencillas como que no usaba un jeans desde hace 14 años, que me producía en exceso solo para derivar las miradas ha mi rostro y no a mi cuerpo y por sobre todo que andaba por la vida tirando la caballería encima para que nada ni nadie me hiciera daño, hoy me permito ser más sentimental pero eso me hace más vulnerable, hoy soy capaz de decir que tengo miedos y aprensiones que antes no me permitía tener, hoy comprendo que las mujeres no lloran por debilidad sino por que dejan fluir sus sentimientos y en ese trabajo estoy ahora, reconociendo a esta nueva Lorena, sé que aún me queda mucho camino por delante, me quedan muchos kilos por bajar y también demasiadas cosas que descubrir de esta nueva persona…
Debo reconocer que cuando se acercaba fin de año y nos comunicaron que nos íbamos de vacaciones, que estaríamos solos casi por 2 meses, sin la supervisión de nuestras comidas, sin tener que pesarnos cada Lunes y Jueves y Viernes, el miedo se apoderó de mí, tenía que poner en práctica todo lo que nos habían enseñado, siempre he dicho que una de las cosas más importantes de este tratamiento es la contención de grupo, ya no estaría casi 12 horas diarias con mis compañeros, estaría sola en mi casa, enfrentada a todas las tentaciones, es más creo que me lo plantee como un ensayo de lo que será el resto de mi vida, por que sé que si no quiero volver ha poner en riesgo mi vida con la Obesidad Mórbida (palabra que de verdad aún me causa estupor) debo cuidarme y jamás abandonar la actividad física, pero el riesgo era grande, mejor dicho es grande, las tentaciones miles, la voluntad se pone a prueba al límite, es verano y las comidas ricas andan por doquier, pasteles de choclo, humitas, asaditos con los amigos, helados a cada esquina que uno camina, pero no sólo son tentaciones alimenticias, esta la modorra de hacer ejercicios, de levantarse temprano para cumplir con los horarios, ahhhhhh y las vacaciones fuera de santiago… y ya han pasado semanas desde que salimos del programa y me siento orgullosa de mi actuar, no solamente he mantenido el peso, si no que he bajado ¿¿cuanto??? Es una sorpresita que dejaré para cuando volvamos el 3 de marzo, me he tratado de mantener firme con los horarios con lo que como, no niego que igual e hecho mis desarreglos, pero creo que esos desarreglos me han permitido valorar más todo lo que he aprendido, por que he sido capaz de probar y no tragar todo lo que se me ponga en frente, que en mis vacaciones en el sur también puse a prueba mi estado físico y hasta me tiré en Cannopy, cosa que de verdad nunca podría haber hecho con la obesidad que tenía. Más que nunca sé que a través del programa me estoy sanando, pero no todo ha sido color de rosas, he vivido fuertes conflictos a nivel emocional, estoy pasando por un período en el que me siento en pelotas, ya no hay máscaras ni escudos, con los que protegerme, y de verdad me ha costado asumir por primera vez en mi vida que soy gorda, y es cierto parece contradictorio que justamente cuando estoy bajando de peso me de cuenta de mi situación, pero hoy soy capaz de asumir que caminé muchos años por la vida con un cuerpo de gorda y una mente de flaca, y uno de mis grandes secretos, mi peso, fue develado ante miles de personas, me di cuenta de cosas tan sencillas como que no usaba un jeans desde hace 14 años, que me producía en exceso solo para derivar las miradas ha mi rostro y no a mi cuerpo y por sobre todo que andaba por la vida tirando la caballería encima para que nada ni nadie me hiciera daño, hoy me permito ser más sentimental pero eso me hace más vulnerable, hoy soy capaz de decir que tengo miedos y aprensiones que antes no me permitía tener, hoy comprendo que las mujeres no lloran por debilidad sino por que dejan fluir sus sentimientos y en ese trabajo estoy ahora, reconociendo a esta nueva Lorena, sé que aún me queda mucho camino por delante, me quedan muchos kilos por bajar y también demasiadas cosas que descubrir de esta nueva persona…
